el otro día, una persona desconocida para mi, dijo al verme: hay que nena mais riquiña
y claro, aquí, en Galicia, cuando a una persona se le dice riquiña es que no se le puede llamar guapa porque no lo es, y eso, que me entra la duda. Cuando sea mayor no me importa porque a cambio podré ser simpática, inteligente, ......
estas cosas que parece no tienen importancia, hacen que piense en cómo seré yo dentro de unos años
ahora ya lo veis, reírme mucho, dormir más bien poco
tocar de vez en cuando a ver si mi amiguito sigue conmigo....
y despertarme otra vez contenta, siempre contenta y es que mi abuelo tiene razón. Acordaros cuando en el mes de noviembre os conté la historia del angelito que susurra cosas bonitas a los bebés cuando dormimos. Volver a leer "SUSURROS" y ya me contaréis.
Una sonrisita para todos (y todas, que ya quiero empezar a ser de la progresía)