No se si cuando sea mayor me gustará tener un caballo, y es que por mucho que lo quieras y todo eso, tendría que pasar muchas horas el sólo y a mi me daría mucha pena. Ayer por la tarde estuve en un centro comercial muy grande, grande de verdad, y apenas había gente. Dicen que lo cierran dentro de nada y eso que lo acaban de estrenar. Todo estaba muy triste, sin niños, sin papás, sin nada, y en un rincón, casi olvidado, estaba un caballito de mirada triste.
Me fui corriendo a su lado para jugar un poco con el
!que alto y que grande!, me costó trabajo subir
pero ya arriba, sentada cómodamente
me puse a cantarle la canción de la que se la letra un poco:
!que suenen las campanas, que suenen las campanas! Din, din, don
bueno, la verdad, todavía me tienen que ayudar a cantarla
pero es que claro, sólo tengo 29 meses
y a esa edad todavía me es difícil llevar el ritmo.
Lo que mejor se hacer es jugar y jugar
y querer mucho a mis amiguitos,
y cuidarlos y abrazarlos para que se sientan protegidos
como me gusta sentirme yo.
Bueno, a reírme un poco que es que hoy me ha salido un post.......
Una sonrisita
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