EN LA HUERTA

Ya pasaron quince días del post que titulaba la granja en donde os decía que me iba a visitar la huerta, pero es que tengo tantas cosas nuevas que contar, que algunas van quedando un día y otro. Yo quedé asombrada al ver unas gallinas de nada, unos pollitos, conejitos y pavos, bueno, tampoco es que fueran pocos

(no olvidar que pulsando en una de las fotos se ven un poco más grandes y mejor)

pero es que al lado de la huerta

es que es para quedar "anonada"

tuve que sujetar la cabeza del susto, bueno, sin exagerar, de la impresión que sentí

y es que me daba la sensación de estar en una selva, como las que se ven en los dibujos animados;

después de un rato de denodada lucha, y no sin ciertas dificultades, conseguí salir de esa especie de laberinto

a una zona más tranquila; tuve que sentarme a descansar un momento y ya de paso examiné estas lechugas que dijo mi abuelo, se llaman hoja de roble;

después, me enseñó los pimientos que aún están muy bajitos. Tienen que crecer hasta pasar el palo, tutor dice el hortelano;

claro que después de un rato, ya le coges el truquillo y parece como si estuviera caminando en "urbano"

aquí me tenéis con una inmensa hoja de col de bruselas. Dice el abuelo: "me  las comen muy bien los conejos" haciendo burla a mi abuela cuando habla de alguna cosa que me gusta mucho

bueno, pues con el paseo hacia otro lado

y me encuentro con los guisantes

chícharos se dice en gallego y los primeros que nacen se comen crudos, o se comían antes

después me encontré con los calabacines.

que tienen unas flores muy bonitas.

Me cuenta mi abuelo que el año pasado comieron las flores un par de veces.

me dio pena no ver tomates maduros. Parece ser que llovió mucho

pero a pesar de todo, hay que regar

Bueno, menudo día y que bien lo pasé. Volveré otra vez a recoger tomates y otras cosas. Ya os contaré.

Una sonrisita.